Ticketmaster es acusada de colaborar con revendedores en EEUU

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Aún cuando en España Ticketmaster ha demostrado un firme compromiso para combatir los sitios de reventa y ponerse del lado de los fans, la compañía aún continua presentando irregularidades relacionadas con los especuladores de entradas en los EEUU.

Según una investigación realizada por CBC News/Toronto Star, la gigante de la venta de entradas Ticketmaster ha sido acusada de reclutar revendedores profesionales quienes hacen trampa dentro de su mismo sistema para expandir el negocio de las reventas y sacar más dinero a los fans.

El pasado mes de julio ambos canales de noticias enviaron un par de reporteros de incógnito con cámaras ocultas al evento Ticket Summit 2018 en Las Vegas, durante el cual se hicieron pasar por revendedores.

Durante el evento, representantes de Ticketmaster, mientras explicaban el programa profesional de reventas, indicaron que la compañía básicamente hace la vista gorda ante los revendedores que utilizan bots e identidades falsas para comprar tickets y luego revenderlos a precios inflados. Todos esos tickets revendidos generan una comisión extra para Ticketmaster. En el vídeo grabado por los periodistas se puede ver como un representante de ventas de Ticketmaster indica tener «agentes que tienen literalmente cientos de cuentas» y que es algo que no se preocupan en mirar o reportar.

En el evento que tuvo lugar en el hotel Caeasar’s Palace de Las Vegas, el Director de la división de Reventa de Tickemaster Casey Klein, ofreció una sesión cerrada a los medios titulada «Valoramos nuestra alianza: los revendedores están vendiendo a través de Ticketmaster como nunca antes«. Los asistentes a esta sesión escucharon a Ticketmaster decir que ha desarrollado un programa profesional de reventas en el pasado año llamado TradeDesk, un sistema de manejo de inventario para los revendedores. La compañía lo describe como «la herramienta más poderosa para la venta de tickets que ha existido jamás«.

TradeDesk le permite a los revendedores subir una gran cantidad de tickets (comprados en Tickemaster) al sitio y publicarlos rápidamente para su reventa. Con un solo click, los revendedores pueden subir o bajar los precios en cientos de tickets según su propia evaluación de la demanda de los fans. Este programa profesional de reventa no está mencionado en ninguna parte en el sitio web de Ticketmaster, así como tampoco lo está la plataforma TradeDesk, la cual solo admite usuarios a partir de una solicitud de registro.

«No te puedes ganar la vida con 6 u 8 entradas»

También durante el evento, un puñado de representanes de ventas de Ticketmaster en ordenadores se encargaban de hacer demostraciones de cómo funciona el sistema. Uno de los presentadores, que no tenía conocimiento de estar siendo grabado, insistía en que la división de reventa de Ticketmaster no está interesada en si los clientes utilizan software automático o identidades falsas para saltarse los límites de compra de entradas. «Si quieres comprar un buen show y el límite de compra es de seis u ocho… no te puedes ganar la vida con seis u ocho entradas«, indicó.

Mientras que Ticketmaster tiene una división que se encarga de identificar actividades sospechosas en su sitio, durante el evento el presentador insistió en que la división de reventa no vigila a los usuarios de TradeDesk. «No compartimos reportes, ni compartimos nombres, no compartimos información de cuentas con el sitio principal, punto«, fue lo que respondió cuando se le preguntó si le importaba que los revendedores utilizasen bots para comprar entradas.

Durante una fase anterior de la investigación en el mes de Marzo, un representante de Tickemaster durante una presentación online de TradeDesk indicó que «hemos invertido millones de dólares en esta herramienta. Lo último que queremos es que los agentes se encuentren con trabas que no les permitan vender sus inventarios con nosotros. No estamos construyendo una mejor trampa para ellos«.

¿De quién es la culpa?

La misma investigación reportó unos días antes sobre los «trucos» que utiliza Ticketmaster para maximizar las ganancias por la venta de entradas, a saber:

-Los precios pueden cambiar en cualquier momento: tomando como caso de estudio el concierto de Bruno Mars del 22 de septiembre en la Scotiabank Arena en Toronto, los periodistas encontraron que apenas minutos luego que se pusieran las entradas a la venta el recinto parecía casi todo vendido, causando que los precios comenzaran a subir para las pocas entradas que aparecían disponibles. Algunas de éstas pocas eran entradas pertenecientes al programa «platinum tickets», en el cual los precios suben o bajan en función de la demanda de los fans. Lo que no aparece por ningún lado es cual es el precio original de estos tickets, para que el usuario pueda saber si está comprando a buen precio.  La investigación de CBC también encontró que 120 entradas normales subieron de $191.75  a $209.50 luego de que salieron a la venta.

-No todos los tickets salen a la venta al mismo tiempo: Los precios iniciales para el show oscilaban entre los $56 y $2,500, pero habían menos de 150 entradas disponibles a $56 , todas ubicadas lo más lejos del escenario. Noventa minutos después de abrir la venta, Ticketmaster comenzó a liberar más entradas con precios entre $99 and $159, las cuales al principio no aparecían, y luego cientos de tickets más fueron añadidos en Junio, Julio y Agosto. Esto resulta en la percepción artificial de que existe gran demanda, cuando en realidad no es así.

-Comisiones dobles: Por este show en específico de Bruno Mars, Ticketmaster cobró $350,000 en gastos por servcios, y luego cobró casi el doble de esta cantidad con las reventas del mismo concierto. La compañía que por años denunció a los revendedores ahora ofrece un programa de «reventa verificada» que permite a los revendedores vender en el sitio web de Ticketmaster, ventas por las cuales obtendrá nuevamente una comisión. Por ejemplo: Ticketmaster cobró una comisión de $25.75 por la venta inicial de una entrada cuyo precio era de  $209.50. Luego cuando esta misma entrada fue re-vendida por $400, Ticketmaster cobró nuevamente una comisión, esta vez de $76, por la misma entrada. CBC calculó que más de 4.500 entradas del concierto de Bruno Mars fueron revendidas a través de Ticketmaster, por lo que si llega a venderse todo el aforo del recinto, la compañía se habrá llevado los $350,000 más unos $308,000 en gastos de servicios por los tickets revendidos, para un total de $658,000.

Sin embargo, en un comunicado emitido luego de que se hiciese pública la investigación, Ticketmaster indicó que la compañía no es dueña de las entradas y que los precios son fijados por el vendedor, apuntando hacia el equipo de management de Bruno Mars en cuanto a los distintos precios de las entradas. «Ticketmaster es una plataforma tecnológica que ayuda a los artistas a conectarse con sus fans, y no somos dueños de las entradas ni tenemos ningún control sobre el precio de las mismas, tanto en la venta inicial como en la reventa«.

Asimismo indicó en el mismo comunicado que «tampoco determinamos el momento en que las entradas se liberan al público o su asignación dentro del recinto- estas decisiones son tomadas por los recintos que son nuestros clientes, luego de consultar con el promotor del evento«.

En el comunicado no se hace mención acerca del tercer punto, la doble comisión.

Según Ticketmaster, mientras siga existiendo un desbalance entre la oferta y demanda de entradas para eventos en directo, el mercado secundario no dejará de existir, lo cual es cierto, lo que no es necesariamente correcto es que la empresa que tiene prácticamente el monopolio de la venta de entradas de este tipo de eventos en el mundo también sea el principal facilitador para la especulación de precios que acaban afectando directamente tanto a artistas como a los fans.