Tras el cierre del año el streaming lucha por contrarrestar la caída de las ventas

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Atrás quedó el 2014 y con ello el cierre de datos de ventas de música realizado por Nielsen Soundscan en los Estados Unidos, un mercado que nos servirá como modelo para comprender los efectos del streaming. Así lo analizó Glenn Peoples para Billboard al resaltar cómo los efectos en los cambios de consumo pueden variar dependiendo de la óptica con que se miren.

Para empezar la caída de las ventas de CD’s y las descargas fue algo evidente, todo esto a pesar del importante aumento en las ventas de vinilo, hicieron que las ventas se vieran afectadas en el 2014. De tal forma, que las ventas de álbumes cayeron un 11.2% hasta las 257 millones de unidades, en cuanto a las ventas de canciones la caída fue del 12.5% con 1.100 millones de canciones vendidas, una caída del 17.5% con respecto al 2012. El vinilo tuvo un gran año con un crecimiento del 51.8%, sin embargo su volumen solo representa el 3.6% de las ventas.

Como hemos visto los efectos del streaming medido meramente en ventas se aprecian negativos para la industria, sin embargo al sumar sus efectos positivos el panorama mejora, por ello es importante que la industria se enfoque solamente en las ventas, sino también en el consumo. El streaming a la carta tuvo un aumento del 54% con 164 mil millones de reproducciones. Ese aumento del 57.5 mil millones de canciones es equivalente a un incremento en las ventas de discos de 56.1 millones de unidades un número mayor que la caída de los álbumes equivalentes por número de canciones (track equivalent albums o TEA) de 47.9 millones de unidades.

A esto hay que añadir el hecho de que servicios de streaming no interactivos como Pandora o Sirius XM no están incluídos en estos datos de Nielsen y representan un importante foco de consumo, los royalties de Pandora hasta septiembre equivalían a 16.3 millones de discos vendidos.

Al contabilizar todo es posible que el streaming haya ayudado a llegar a un punto de equilibrio en las ventas o por lo menos acercarse a ello. Esto no quita que este año haya sido malo en líneas generales para los sellos discográficos con caídas en sus ingresos. Es patente cómo se nota que aún estamos en un período de transición y los efectos positivos del streaming aún no llegan a contrarrestar o compensar del todo sus efectos sobre mercados con alto consumo de ventas.

Una vez dicho, no podemos decir que el modelo del streaming esté matando a la industria discográfica, solo que se encuentra en un período de punto de quiebre en el que sus efectos positivos todavía no son tan evidentes.

No solo los sellos pequeños se ven afectadas sus ventas, lo mismo le ocurren a las grandes súper estrellas y este año solo 78 canciones superaron el millón de ventas comparado con las 95 del 2013. La caída es generalizada en el top 10 con un 9.9% menos de ventas y solo se salva Pharrell Williams con su hit «Happy»el cual vendió más (3.3%) que la canción top 2013, «Blurred Lines» de Robin Thicke.

Empieza un nuevo año y la industria solo puede esperar que el cambio de consumo y la conversión del streaming por parte de las masas sea lo más rápido posible, más rápido que la caída de las ventas. Es trabajo de Ek y compañía encontrar el equilibrio perfecto entre la oferta y la demanda.

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