Case study: Madonna adelanta la promoción de “Rebel heart” tras la filtración de varias canciones

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madonna - rebel heart“Gracias por esperar y si las habéis escuchado, por favor, sabed que se trata de demos sin finalizar robadas hace mucho tiempo y no preparadas para presentarlas ante mundo”

Madonna buscaba así el apoyo de sus fans en plena controversia por las filtración de algunas canciones incluidas su próximo álbum, “Rebel Heart”, cuya fecha de publicación estaba fijada para Marzo. La artista de 56 años ha pasado unas navidades muy movidas tras declarar sentirse “artísticamente violada” debido a la impotencia que ha sentido al ver sus canciones sin acabar en manos de sus millones de seguidores. Algo que también ha calificado como “una forma de terrorismo”.

Por eso el sábado 20 de Diciembre, pasada la media noche, publicó por sorpresa seis nuevas canciones en iTunes, disponibles para aquellos que habían pre-encargado su álbum en la plataforma. Ya el domingo Spotify avisaba con una alerta: “ya están disponibles “Ghostown” y cinco canciones más de Madonna”.

El contraataque: conseguir que tu imagen salga reforzada de una situación delicada

Esta filtración de última hora no sólo desbarataba los bien marcados pasos de promoción de un álbum tan esperado como “Rebel Heart”, sino que refleja que en esta nueva forma de “trabajar” y “consumir” música gana quien sabe manejar las herramientas y a la opinión pública. La improvisación es un ejercicio para el que hay que estar preparados siempre.

Al publicar estas nuevas canciones, Madonna recondujo la situación compartiendo un post en Instagram: “considerad esto un regalo de Navidad por adelantado”, con la consiguiente alegría de sus millones de seguidores. Esto nos lleva a varias cuestiones: como fans, ¿nos vale cualquier tipo de contenido? ¿incluso si éste no está “acabado”?, en esta nueva era ¿han perdido los artistas el control que ostentaban como iconos, siendo ahora el público quien tiene ese poder? ¿qué fue de la fidelidad?

“Mejor que hablen de ti aunque sea mal” implica que controlas tu propia imagen. O no.

No hay tour ni lanzamiento de disco de Madonna exento de polémica.  Y dadas las circunstancias, no es de extrañar que la artista se haya puesto las pilas adelantando la promo de su décimo tercer trabajo discográfico. Esta vez la acción elegida ha sido colgar fotos en Instagram en la que grandes iconos universales como Nelson Mandela, la princesa Diana de Gales, Cristo o incluso Lady Gaga aparecen como en el arte de su disco: con un cable alrededor de la cara.

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Muchos fans y detractores la han reprendido acusándola de compararse con estos iconos, pero su respuesta no ha tardado en llegar, al tiempo que seguía colgando fotografías: «Lo siento. No me estoy comparando con nadie. Admiro y reconozco a todos estos Corazones Rebeldes. No es un delito ni un insulto racista. También lo hice con Michael Jackson, Frida Khalo y Marilyn Monroe. ¿Estoy diciendo que soy ellos? NO. Estoy diciendo que ellos también son corazones rebeldes».

Puede que esta forma de hacer las cosas no sea apta para todas las marcas personales-musicales, pero a Madonna le funciona: todo el mundo habla de ella y de su disco estos días. Suficiente para provocar millones de escuchas alrededor del mundo.

El mundo globalizado nos ha cambiado.

Pero más allá de este caso concreto y de cómo lo ha solventado Madonna, es importante pararnos a reflexionar en la frase que abría este post y en la elección de palabras. No es justo que estas “amenazas” a los artistas se hayan convertido en algo normal. Es tan habitual que asusta: Iggy Azalea ha sido amenazada por Anonymous con publicar imágenes de un vídeo comprometido si no le pide perdón a Azaelia Banks, Jennifer Lawrence se ha visto expuesta literalmente ante el mundo y, ahora las canciones sin acabar de alguien tan perfeccionista como Madonna se filtran. No es cuestión de calificarlo únicamente como “consecuencia de las nuevas tecnologías”, sino que urge la creación de una legislación más fuerte y efectiva que proteja la privacidad de las figuras públicas y artísticas, así como su trabajo.

Aunque el disco de Madonna saldrá a la venta en la primera semana de Marzo, tal y como estaba previsto, el 9 de febrero planea compartir otros 9 temas nuevos.

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