Chile, las entradas más caras de América Latina

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No es la primera vez que en Chile surge el debate por los precios en espectáculos en vivo, el reciente anuncio de U2 para octubre próximo con el valor más caro de la gira global (por sobre el ticket más alto de Londres y Los Angeles) es también el boleto de mayor costo de la región. Si se compara con los valores; $46 y $388 precio dólar de Argentina, de $27 USD a $288 USD en México o entre $77 USD y $252 dolares en Colombia, aunque en Bogotá es un recinto de capacidad menor (36 mil personas) mientras que en Chile disponen a la venta alrededor de 60 mil entradas.

La productora a cargo, DG Medios, argumenta que son los costos de producción y traslado de equipos a diferencia de Europa donde todo está más cerca pero además que se debe considera el aumento en el precio del ticket con el servicio de ticketera. En el caso de U2 la productora levantó su propia empresa de venta de entradas (Superticket) cargando un 15% adicional por servicio, sistema que falló por lo que debió ser reemplazado tras la alta demanda y críticas de los consumidores.

Bruno Mars para noviembre 2017 llega a costar $310 USD en el mismo recinto habilitado para U2, aunque su espectáculo originalmente ha sido pensando para recintos cerrados tipo Arena (12-15 mil personas) en Chile se realizará en el Estadio Nacional ante unas 60 mil (sold out) y también su valor supera el precio del ticket de toda la gira en la región.

Para la AGEPEC (Asociación Gremial de Empresas Productoras de Entretenimiento y Cultura) la explicación es que además de los costos de producción en Chile se debe incluir el cambio de dolar, un 19% de IVA, el pago de visas de trabajo que cambió el 2015 a través de una legislación (una visa británica cuesta $1200 dólares y la norteamericana $590 USD por cada integrante del staff), el 5% derecho de autor, 3% aproximado de costo de tarjeta de crédito y un 7% adicional si es un recinto estatal (como el Estadio Nacional) sumado al servicio de ticketeras que aumenta el valor entre un 12 y 15% del valor total neto, diferencia que paga al comprador de la entrada. «Además, los propios artistas cobran más caro que antes, tras la caída en la venta de discos” dijo su representante al diario La Tercera. La AGEPEC asegura que en Chile se comercializa casi 2 millones de tickets al año de los cuales un 10% es ganancia para las empresas productoras y que el resto de lo generado se trata de pagos y costos.

Pero ocurre lo mismo con artistas latinos, la comparación de entradas en la región siempre resulta desfavorable para el fanático chileno, para muchos el tema de costos tiene que ver con el poder de oferta y demanda, que en Chile las tarjetas de crédito han permitido acceder a nuevas audiencias, que hay más gente dispuesta a pagar por un concierto o festival y que el precio no importa porque la meta es estar ahí. Lollapalooza, Iron Maiden o Chayanne, hay público para todos y el valor lo determina el mercado, entre privados. «Si se quiere ir al espectáculo, se tiene que asumir el costo» pero «no hay regulación en cuanto al costo del espectáculo y el cargo por servicio» dijo al diario Las Últimas Noticias Hernán Calderón, presidente de la CONADECUS (Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile).

En el 2012 para Madonna los fanáticos llegaron a pagar hasta $450 dólares mientras que en Buenos Aires el ticket más caro costaba alrededor de $100 USD, con la diferencia se podía viajar en avión, pagar un hotel, pasear por la ciudad y ver el mismo concierto en la capital argentina.

Otros casos como Paul McCartney hasta $800 USD (2011), The Rolling Stone el ticket más caro alcanzó los $860 USD (2016) mientras que Rihanna hasta $376 dolares (2015) a diferencia de Coldplay que el ticket más caro llegó a los $195 USD (2016, sold out) todos en el mismo Estadio Nacional, el mayor recinto de la capital chilena.