Festivales del Reino Unido se quedan sin cabezas de cartel

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Asegurar cabezas de cartel de primer nivel se está convirtiendo en un verdadero desafío para los organizadores en todo el Reino Unido e Irlanda. En una industria que lucha con desafíos que van desde costos crecientes hasta demoras en la frontera inducidas por el Brexit, el atractivo del Reino Unido para los artistas más importantes a nivel mundial parece estar disminuyendo.

El festival Forbidden Fruit, con una mezcla ecléctica de veteranos, recién llegados y artistas nostálgicos, cuenta con Nelly Furtado, ausente de los escenarios irlandeses durante 24 años, junto a artistas como Bicep y Barry Can’t Swim. A pesar de la diversa alineación, el organizador del festival, Will Rolfe admite un desafío persistente, haciendo eco de los sentimientos de otros organizadores que encuentran cada vez más difícil atraer talento de primera línea. ¿La causa raíz? Los artistas principales optan por lucrativas giras en solitario en lugar de apariciones en festivales, dejando a los organizadores con una escasez de artistas principales.

El predicamento se extiende más allá de Forbidden Fruit, abarcando el panorama de festivales del Reino Unido en general. Sacha Lord, cofundador del festival Parklife y asesor de la economía nocturna de Greater Manchester, señala que cerrar artistas globales se convierte en una competencia feroz con el resto del mundo, describiendo la situación actual como «realmente difícil». Noah Ball, programador de festivales como We Out Here y Cross The Tracks, agrega que el costo de los eventos ha aumentado en un 30-40% en los últimos años, volviéndose crucial para los eventos crear alineaciones que resuenen con el público.

Claudio Lillo, agente de booking para artistas prominentes como A$AP Rocky y Playboi Carti, arroja luz sobre la guerra financiera. Mientras los festivales alegan limitaciones presupuestarias, los artistas sostienen que sus gastos de gira también se han disparado. La demanda de escenografía intrincada agrava aún más la situación. Desde las elaboradas producciones de Lana Del Rey hasta los requisitos tecnológicos de los artistas electrónicos, los costos de subir al escenario han alcanzado cifras astronómicas.

El Brexit ha introducido otra capa de complejidad. Antes, hacer una gira por el Reino Unido era parte integral de las giras europeas, pero las demoras en la frontera y el riesgo de que el equipo quede retenido en la aduana han interrumpido este flujo. Según Kelly Wood del Musicians’ Union, los artistas se ven disuadidos por el tiempo adicional y los controles requeridos para viajar entre fronteras. Mientras tanto, las tarifas en libras esterlinas resultan poco atractivas.

A medida que los consejos municipales con problemas financieros alquilan espacios verdes para festivales, la saturación de eventos agrava el problema. Los promotores se encuentran en una feroz competencia por el limitado grupo de cabezas de cartel, y Luke Huxham, director de desarrollo y recintos para London’s y Drumsheds, anticipa una competencia «sin precedentes» el próximo verano.

El problema se agrava por la renuencia a correr riesgos. A pesar del clamor por carteles diversos, los organizadores de festivales parecen dudar en darle una oportunidad a artistas emergentes. Lillo desafía esta mentalidad, cuestionando cómo nuevos cabezas de cartel emergerán si los festivales no dan un salto de fe. La tendencia actual sugiere carteles cada vez más parecidos, intensificando aún más la lucha para que los festivales se diferencien y atraigan artistas de primer nivel.

Frente a estos desafíos, el futuro de los festivales en el Reino Unido pende de un hilo. A pesar de la pasión inquebrantable de los asistentes a festivales, la competencia tanto por los cabezas de cartel como por el público está alcanzando un punto crítico. Mientras los organizadores luchan con costos crecientes, pesadillas logísticas y las cambiantes dinámicas de la industria musical, la pregunta sigue siendo: ¿Está perdiendo el Reino Unido su atractivo festivalero, o encontrará la manera de reinventar y revivir el paisaje una vez vibrante de los festivales de música veraniegos? Solo el tiempo dirá si la melódica armonía de los festivales regresará a los escenarios del Reino Unido.