La industria se prepara para una eventual prohibición de TikTok
La importancia de TikTok para la industria de la música ha sido innegable en los últimos años. Los usuarios de TikTok han sido el combustible para que ha impulsado una gran cantidad de éxitos recientes, catapultando las carreras de artistas como Doja Cat, Arizona Zervas y Megan Thee Stallion.
Las grandes discográficas están obsesionadas con TikTok hasta el punto de que parece que el éxito dentro de la aplicación ahora es un requisito previo para cualquier nuevo fichaje. La fijación de la industria está parcialmente justificada ya que, especialmente cuando las giras ya no son una opción, a menudo parece que TikTok es uno de los pocos lugares donde los nuevos éxitos pueden crearse. Los sellos pagan mucho dinero por las canciones que se mueven en la aplicación porque no tienen muchas herramientas para crear éxitos por sí mismos.
Pero de repente parece que las discográficas ya no podrán contar con TikTok. Hace poco más de una semana, la administración de Donald Trump sugirió que EEUU podría prohibir la aplicación, aparentemente porque le preocupa que TikTok, propiedad de la compañía china Bytedance, pueda estar robando los datos de los usuarios estadounidenses.
Una prohibición de TikTok en los Estados Unidos «sería un revés para la industria musical mundial, principalmente occidental, que no sería capaz de generar el volumen de éxitos virales a la velocidad actual que tenemos hoy«, dice Tim Collins, cuya compañía Creed Media ha realizado más de 500 campañas de TikTok para artistas y sellos. Además, una prohibición “probablemente también dificultará que los artistas independientes puedan acumular la misma visibilidad a la escala que han tenido la posibilidad de hacer, afectando su influencia en las negociaciones de forma perjudicial.»
Un destacado especialista en marketing digital que habló bajo condición de anonimato describió los impactos de una posible prohibición de TikTok de manera más contundente: «Será un total desastre».
Eso no quiere decir que la preocupación del gobierno estadounidense sobre TikTok no tenga fundamentos. Tanto las prácticas de datos de la aplicación como sus enlaces a China se han cuestionado con frecuencia en Estados Unidos desde que Bytedance adquirio a Musical.ly y la relanzó como TikTok en 2018.
Ya en enero de 2019, el Instituto Peterson de Economía Internacional citó a TikTok de manera destacada en un informe titulado «La creciente popularidad de las redes sociales chinas fuera de China plantea nuevos riesgos en Occidente«. En febrero de 2019, TikTok pagó $5.7 millones en multas para resolver las acusaciones de la Comisión Federal de Comercio de que la aplicación «recopilaba información personal de niños ilegalmente». Más tarde ese año, el senador Marco Rubio le pidió al Comité de Inversión Extranjera en los Estados Unidos que investigara TikTok; en un raro caso de bipartidismo, los senadores Chuck Schumer y Tom Cotton enviaron una solicitud similar al Director de Inteligencia Nacional. Posteriormente, el Ejército y la Armada prohibieron TikTok para soldados y marineros.
Pero la industria de la música permaneció alegremente ajena a estos peligros ya que TikTok seguía lanzando éxitos. Pero no todos están tan enloquecidos por la aplicación: hablando de manera informal, A&Rs han indicado que la obsesión de las discográficas con TikTok puede rozar lo ridículo, creando una burbuja de mercado que tiene poco o ningún respeto por el mérito artístico. Las compañías discográficas perseguirán cualquier cosa que se mueva bien en la aplicación, como un hombre moribundo que busca su último trago de agua.
El objetivo principal de las discográficas es aumentar su participación en el mercado de streaming y generar más ingresos, por lo que con frecuencia ofrecen grandes cantidades de efectivo a los artistas con un éxito en TikTok pero que no tienen casi ningún reconocimiento de nombre. Kayode Badmus-Wellington, fundador y CEO de drtymnd, un colectivo de desarrollo de artistas, que también trabajó en Epic Records y Pulse Music Group, indicó «Una canción con 5.000 videos de TikTok está recibiendo un contrato de $2 millones. Es una locura«. El enfoque en el corto plazo por encima de todo lo demás puede parecer, y eventualmente puede resultar, imprudente.
La mayor ventaja de TikTok, aparte de su algoritmo, tiene que ver con el gran tamaño de su audiencia: la aplicación ha centralizado una comunidad de oyentes masiva, más de dos mil millones de descargas en todo el mundo, a la que la industria de la música se dirige agresivamente. Si EEUU prohíbe la aplicación, no hay garantía de que aparezca una alternativa de inmediato o que funcione de la misma manera. Esa base de oyentes ahora podría fragmentarse y extenderse a través de una serie de plataformas, lo que significa que llegar a diferentes facciones de fanáticos sería una tarea más ardua y costosa.
Una prohibición en los EEUU podría originar una reacción en cadena con otros países, resultando en una pérdida de mercado demasiado importante para la aplicación y para la industria.
