¿Son relevantes las listas de popularidad?

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Hace 20 años era sencillo identificar quienes eran los reyes y reinas de la música pop en el mundo: bastaba con mirar quién encabezaba las listas de popularidad de singles y discos vendidos. Sin embargo la industria discográfica ha pasado a tener un sistema múltiple de medición, que se asemeja un poco al sistema utilizado por el Boxeo, en el que hay múltiples campeones para muchas categorías diferentes.

Los fans más adultos recordarán las listas de Billboard como el indicador más importante de quienes eran los artistas más exitosos en el mundo, pero esto ya no es el caso, pues ahora existen multitud de listas, todas con campeones diferentes.

Por ejemplo están las listas de Spotify (la diaria y la semanal), y están las listas de Apple Music. YouTube también tiene sus listas, al igual que Shazam, Deezer y también iTunes. Cada servicio monitoriza un comportamiento distinto. Las listas oficiales toman una combinación de ventas, reproducciones en streaming y descargas, pero con un límite en cuanto a la cantidad de veces que un solo artista puede aparecer en la lista. Shazam mide cuántas veces una canción es buscada a través de la app, las demás tabulan las reproducciones de sus propias plataformas. Debido a que cada una mide algo diferente, los resultados también tienden a ser muy variados.

Para complicarlo más, dentro de cada una de esas listas hay mas listas: para monitorizar tendencias, momentum y actividad viral, para ventas de vinilos, para visitas de vídeos. Hay listas de popularidad para cada país y para todo el mundo. Existen tantas listas que YouTube ha empezado a enviar un email semanal a los periodistas para tratar de dar sentido a sus propias estadísticas: los artistas tope, las canciones tope, el número de suscriptores por artista, etc. Hay tantas listas que existe una compañía llamada Chartmetric que se encarga de hacer el seguimiento de todas ellas para aquellos profesionales de la industria que no pueden llevar el trote.

Medios especializados también han decidido entrar en la esfera de las listas de popularidad, con Rolling Stone lanzando su propio conjunto de listas durante este año.

El problema está en que, mientras más listas existan, menos relevancia tienen y esto dificulta identificar y medir el éxito de un artista frente a otro. Si un artista es Nº1 en YouTube pero Nº20 en la lista semanal de Spotify, ¿significa que es más o menos popular que alguien que ocupe el Nº8 en ambas listas? ¿Qué pasa con artistas que no aparecen en listas de popularidad pero que hacen llenos totales de sus conciertos en recintos más grandes que las estrellas del streaming? ¿Qué tan populares son?

En la industria del cine esto no ocurre, ya que las listas de popularidad se basan únicamente en la cantidad de público que compró entradas para ver una determinada película un fin de semana y esto se contrasta con el presupuesto que se gastó en la producción, para entender si ha sido un éxito o un fracaso.

La dinámica de cómo funciona la industria de la música sería muy distinta si, en lugar de solo mostrar quienes están en el primer lugar, también se divulgase cuánto dinero se ha invertido para que el artista ocupe esos puestos. Sin embargo está claro que esto nunca va a ocurrir.

Entonces ¿cómo definimos el éxito de un artista? Sencillo: el éxito ya no está determinado por hitos arbitrarios en una industria tan diversificada y fragmentada como la industria de la música. Cada artista y su equipo pueden fijar sus indicadores de éxito en términos de ventas de singles o álbums, o en términos de ventas de entradas a sus conciertos, o en términos de cuánto ha ingresado en el año, combinando todas sus fuentes de ingresos. Y estos indicadores evolucionarán en la misma medida en que evoluciona la carrera del artista.

Fuentes: The Economist, Twitter