TIDAL es investigada en Noruega por fraude

image

En 2018, TIDAL se vio envuelto en un escándalo de supuestos «fake streams» que salió a la luz tras una larga investigación realizada por el periódico financiero noruego Dagens Næringsliv (DN).

Las acusaciones de fraude surgieron cuando un periodista de la publicación noruega descubrió la manipulación de la cantidad de reproducciones en torno a dos álbumes exclusivos en la plataforma: Life of Pablo de Kanye West y Lemonade de Beyonce. Dagens inicialmente obtuvo un disco duro TIDAL, y comparó esos datos con otras fuentes, antes de concluir que las reproducciones de ambos álbumes habían sido infladas enormemente. En total, los dos álbumes fueron supuestamente inflados con más de 320 millones de reproducciones falsas, según el hallazgo.

TIDAL rechazó enérgicamente la autenticidad del contenido del disco duro, pero DN informó que la información de las reproducciones durante las fechas investigadas correspondían exactamente con otra información que había recibido de los sellos discográficos.

Luego, en enero del año pasado, la Autoridad Nacional de Investigación y Enjuiciamiento de Delitos Económicos y Ambientales de Noruega (Økokrim), que puede considerarse como el equivalente noruego del FBI, había iniciado una investigación sobre posibles reproducciones falsas en TIDAL .

Ahora, DN ha reportado el pasado 9 de Junio que un fallo reciente del Comité de Apelaciones de la Corte Suprema de Noruega ha revelado que TIDAL ha sido un sospechoso oficial en una «investigación seria de fraude de datos» por parte de las autoridades noruegas desde el 21 de junio del año pasado. El abogado de TIDAL, Fredrik Berg, del bufete de abogados Fend, se negó a comentar sobre el asunto, según informó el periódico noruego.

El caso al que se refiere este fallo en particular, de acuerdo con un documento oficial de la corte obtenido por MBW, estaba «basado en la sospecha de fraude grave de datos en forma de manipulación de los números de reproducciones». Esto dio lugar a que Økokrim solicitara confiscar documentos TIDAL a pesar de que «contenían secretos comerciales y operativos».

Si bien manipular reproducciones de álbumes puede sonar inocuo, es antiético y no es un crimen sin víctimas. En lugar de recibir pagos de regalías que reflejen sus reproducciones reales, otros artistas pueden haber recibido pagos basados en números manipulados y reducidos. La manipulación también podría alentar a los servicios de streaming rivales a manipular sus propios números si existe poco escrutinio regulatorio. El caso está en desarrollo.