Deniegan a Live Nation desestimar demanda presentada por sus propios accionistas

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En un giro judicial que podría tener repercusiones significativas en el mundo de la música en vivo, un juez federal ha denegado la solicitud de Live Nation para desechar una demanda presentada por sus propios accionistas. La demanda acusa a la empresa de proporcionar informes de ganancias «falsos y engañosos», lo que resultó en una disminución del precio de las acciones del gigante de la promoción de conciertos.

La batalla legal, que data desde febrero de 2022 hasta noviembre de 2023, ha sido impulsada por Brian Donley y Gene Gress, quienes argumentan que las caídas en el precio de las acciones fueron el resultado directo de las «declaraciones engañosas y omisiones falsas» de Live Nation en sus informes anuales de ganancias. Específicamente, la demanda se centra en el presunto «comportamiento anticompetitivo y cooperación con reguladores» por parte de la empresa.

La jueza Kenly Kiya Kato, en un fallo de 13 páginas, respaldó a los accionistas al expresar su preocupación por la forma en que Live Nation describió su éxito financiero. La jueza destacó que la «falta de inclusión de hechos y detalles específicos sobre su presencia y control en la industria del entretenimiento en vivo» en los informes de la empresa no pintaba una imagen completa y precisa de la situación.

Un punto clave de la disputa radica en la relación entre Live Nation y Ticketmaster, la plataforma líder en la venta de entradas. La jueza Kato criticó la afirmación de Live Nation de que su éxito se debía a la calidad de la plataforma Ticketmaster, señalando que la omisión de ciertos detalles, como el control de Ticketmaster sobre la distribución de entradas para la mayoría de los recintos de conciertos importantes, era engañosa.

La fusión de Ticketmaster con Live Nation en 2010 ha sido objeto de escrutinio constante debido a preocupaciones antimonopolio. Políticos prominentes, incluidos los senadores Richard Blumenthal y Amy Klobuchar, han expresado inquietudes sobre el comportamiento de la empresa, lo que ha llevado a un mayor escrutinio en 2019 y nuevamente en 2022.

El caso judicial subraya las tensiones existentes dentro de la industria de la música en vivo, donde el dominio de empresas como Live Nation y Ticketmaster ha generado preocupaciones sobre la competencia justa y el acceso equitativo para artistas y fans. Además, arroja luz sobre la importancia de la transparencia financiera y la divulgación precisa de información por parte de las empresas públicas, especialmente en un entorno tan dinámico y de rápido crecimiento como el de los conciertos y eventos en vivo.

Aunque Live Nation ha intentado descartar la demanda de sus accionistas, la decisión de la juez de permitir que el caso continúe su curso señala que la empresa enfrentará una batalla legal prolongada y potencialmente costosa en los próximos meses. La resolución final de este caso podría tener implicaciones significativas no solo para Live Nation y sus accionistas, sino también para la industria de la música en vivo en su conjunto.