Discográficas negocian licencias con Google para autorizar ‘deepfakes’ de sus artistas

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En un esfuerzo por monetizar una de las mayores amenazas para la industria musical, Google y Universal Music Group están en conversaciones para licenciar las melodías y voces de sus artistas en canciones generadas por inteligencia artificial (IA). La proliferación de la IA generativa ha dado lugar a una oleada de canciones «deepfake» que pueden imitar de manera convincente las voces, letras o sonidos de artistas establecidos, a menudo sin su consentimiento.

Según algunas fuentes, estas discusiones tienen como objetivo establecer una asociación en una industria que está lidiando con las implicaciones de la nueva tecnología de IA. Aunque las conversaciones están en una etapa temprana y no se espera un lanzamiento inminente del producto, el objetivo es desarrollar una herramienta que permita a terceros crear estas pistas de manera legítima y pagar a los propietarios de los derechos de autor por ello. Los artistas tendrían la opción de participar o no.

Las fuentes también aseguran que Warner Music Group, el tercer sello discográfico más grande, también ha estado en conversaciones con Google sobre un producto similar,

Los ejecutivos de la industria musical comparan el surgimiento de canciones generadas por IA con los primeros días de YouTube, propiedad de Google, cuando los usuarios comenzaron a agregar canciones populares como banda sonora a los videos que creaban. La industria musical pasó años luchando contra YouTube por infracción de derechos de autor, pero ambas partes establecieron un sistema que ahora paga a la industria musical alrededor de $2 mil millones al año por estos videos generados por los usuarios.

Con el avance de la IA, algunas estrellas importantes han expresado su preocupación de que su trabajo se vea diluido por versiones falsas de sus canciones y voces. El problema cobró relevancia este año cuando una canción producida por IA que imitaba las voces de Drake y The Weeknd se volvió viral en línea. Universal Music, hogar de Drake, Taylor Swift y otros músicos populares, eliminó la canción de las plataformas de streaming debido a la infracción de derechos de autor.

El temor de que las canciones y voces generadas por IA puedan socavar la autenticidad y el valor de la obra de un artista ha llevado a un debate candente en la industria. Mientras algunos artistas ven estas creaciones como «demoníacas» o preocupantes, otros, como la artista electrónica Grimes, han abrazado la tecnología, ofreciendo su voz para canciones generadas por IA y compartiendo regalías.

Para Google, desarrollar un producto musical de IA podría ayudar a la compañía a competir con rivales como Microsoft, que ha invertido $10 mil millones en la destacada compañía OpenAI, propietaria del modelo de IA líder en el mercado conocido como GPT-4.

Si bien estas discusiones están en curso y el producto aún no ha sido lanzado, es evidente que la convergencia de la IA y la industria musical está planteando cuestiones éticas y legales apremiantes. Los resultados de estas conversaciones podrían dar forma al futuro de cómo los fanáticos interactúan y crean música en una era cada vez más dominada por la tecnología.

Esta colaboración no solo tendría el propósito de combatir a los actores malintencionados y abordar las infracciones, sino también para esbozar nuevas formas de crear, compartir y consumir música que la enriquezcan en lugar de devaluarla. Y con los artistas desempeñando un papel central en dar forma a todo ello.