El sector editorial norteamericano vive un momento de incertidumbre

image

A finales de 2014 publicábamos las tensas relaciones existentes entre las grandes editoriales Sony/ATV y Universal Music Publishing con las entidades de gestión BMI y ASCAP. Hasta el punto de comunicar públicamente sus intenciones de romper con dichas entidades para gestionar y negociar ellos directamente el catálogo.

Antes de llegar a dicho extremo, el CEO de Sony/ATV, Martin Bandier, comunicaba que se debía revisar los actuales acuerdos mediante el Departamento de Justicia Norteamericano para que las editoriales tuvieran un mayor control sobre la negociación en el licenciamiento del catálogo.

Como bien expone nuestro colaborador Álvaro Díez un su recién publicado informe «El licenciamiento de obras musicales para usos online en Estados Unidos»  en Instituto Autor, algunos de los motivos por los que los editores han trabajado en la adopción de esta estrategia, son los siguientes :

  • Obtención de un mayor margen de beneficio. Los editores han expresado que las tarifas aplicadas por las entidades de gestión en el entorno online no se corresponden con el valor de mercado de sus derechos.
  • Mayor control de las negociaciones y representación directa con los clientes (DSP o “digital serivce providers”), quienes por otro lado han venido insistiendo a lo largo del tiempo en obtener una única licencia para todos los usos digitales.
  • Incrementar su poder de negociación frente a las entidades de gestión colectiva para renegociar el descuento de administración de ASCAP y de BMI, que de acuerdo con los editores, es excesivo (fluctúa entre el 17% y el 18%).
  • Controlar una fuente de ingresos que en el futuro será trascendental para los agentes de la industria musical, como son los usos digitales.

Durante este tiempo ha habido una cierta calma tensa que se ha visto sacudida por la propuesta que acaba de hacer el Departamento de Justicia Norteamericano y que supone un giro inesperado a las expectativas de las editoriales.

Lo que propone el Departamento de Justicia Norteamericano es que BMI y ASCAP puedan negociar el 100% de una obra, aunque esa obra pertenezca a varios compositores de diferentes entidades de gestión, del cual no sería necesario la autorización de los demás autores para dicha negociación.

Martin Bandier ha sido el primero en comunicar a los autores de editorial su desacuerdo al considerar que esto puede provocar una reducción de los ingresos de los autores de obras, y se pregunta cómo un compositor recibiría el pago de sus regalías si no tiene ninguna relación con la otra entidad de gestión.

Aunque por ahora no es una resolución definitiva, lo cierto, y como afirma Álvaro Díez en su informe, el sector editorial norteamericano vive un momento de incertidumbre debido a dicha resolución la cual podría, por un lado, modificar el funcionamiento y ampliar las competencias de las dos principales entidades de gestión de derechos de autor (ASCAP y BMI, que podrían pasar a gestionar no solamente derechos de comunicación pública, sino también derechos de reproducción) y, por otro lado, impulsar una redefinición de las estrategias de los editores (quienes ya tendrían certeza sobre la posibilidad o no de licenciar su repertorio de forma directa para usos online).

Puedes descargar el informe sobre «El licenciamiento de obras musicales para usos online en Estados Unidos» haciendo click AQUÍ